Estamos en casa de Harpagón, el avaro, y allí, los pasillos y los rincones son lugares de riesgo. Todo puede espiarse y todo puede disimularse, ocultarse y revelarse. Hay cien puertas que nos tientan a pasar al otro lado, pues no sabemos que puede suceder y que puede sucedernos. La simultaneidad es una idea básica en esta propuesta donde el tiempo se funde en un espacio concreto y singular. El espacio es (sobre todo) el vacío del teatro, de sus muros vírgenes, a menudo ocultados por telas y construcciones. En ese preciso vacío del teatro entran en escena estos móviles itinerantes que nos ofrecen otras perspectivas del espacio, de la recomposición de la realidad. La imaginación del espectador sabrá asimilarlos o integrarlos como mejor le guste y desarrollar así su propia idea de la historia.
Aceptado ese principio, puede abrirse un camino de lectura, y la libertad del espectador revelarse gozosa. Su tarea consiste en dar vida y credibilidad a toda esta ilustre familia, depreciada y decadente, que se asemeja a otras familias que conocemos mejor. También marcadas por la transgresión y el egoísmo. Y no olvidemos que en el epicentro de esta historia, simple y fantástica, encontramos el humor propio de Molière. A menudo devastador y desbordante de locura. Su punto de excelencia sería la libertad dramatúrgica y la búsqueda constante de una pura teatralidad.
Lugar: Teatro Principal de Valencia
Fecha: Del 15 al 27 de Noviembre 2011
Precio: 12-25€
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