Un muro graffiteado de una calle cualquiera sirve de contexto para un duelo excepcional al amparo de la noche. Tres tribus urbanas y tres estilos de baile se enfrentan en cuerpo y alma. Ritmo, pasión y autoparodia definen un espectáculo tan vibrante como imprevisible donde las disciplinas se intercambian con maestría. Flamenco, hip hop y claqué. Si la danza es seña de identidad, en Hermanos de Baile une culturas y rompe barreras. Gitanos, raperos y otros bailarines callejeros se conocen unos a otros a traves del desafío para comprender que comparten similar destino, errante y mágico. Hilvanados por unos diálogos cargados de jerga que despierta risa y sorpresa de principio a fin, los números de baile se suceden a cada cual con más intensidad encendidos por la percusión. El público acaba enamorado de seis buscavidas con inigualable talento que se ríen unos de otros y también de si mismos. Encuentros y desencuentros hasta un éxtasis final donde se mezclan estilos y personas. Sin duda, Hermanos de Baile refleja el espíritu transgresor e inconformista de su creador Raúl Ortega.
No hay comentarios:
Publicar un comentario